Ahorra energía con un variador de frecuencia en el colector

En las primeras etapas de la vida de los filtros cuando la presión estática a través de ellos es baja, el ventilador extraerá más aire de lo necesario. Esto consume más energía (innecesaria) y también hace que el aire golpee los filtros a alta velocidad, lo que reduce la vida del filtro.

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En las últimas etapas de vida de los filtros cuando están saturados de partículas de polvo, el flujo de aire se restringe y el ventilador trabaja más para mantener el flujo de aire lo suficientemente alto para capturar las partículas de polvo. Esto aumenta la presión estática, también conocida como caída de presión, que se mide en pulgadas de columna de agua. En este punto, el flujo de aire debe ajustarse para evitar el uso excesivo de energía. Esto se puede lograr manualmente o mediante la instalación de un variador de frecuencia (VFD).

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CONTROL DE ENERGÍA

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Una mejor opción es utilizar un variador de frecuencia para controlar eléctricamente la velocidad del ventilador. Un VFD es un dispositivo eléctrico que manipula automáticamente la frecuencia y el consumo de energía suministrados al motor del ventilador. La interacción humana rutinaria ya no es necesaria. El VFD, equipado con un sensor de flujo de aire o de presión estática, detectará automáticamente los cambios en el flujo de aire y la caída de presión, y ajustará la velocidad del ventilador para devolver el sistema al flujo de aire óptimo. Los operadores logran ahorros eléctricos significativos a largo plazo porque la cantidad de energía necesaria para operar el motor del ventilador varía con la velocidad.

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Cuando los filtros son nuevos, el variador disminuye la velocidad del ventilador para obtener el flujo de aire deseado. Cuando los filtros se saturan, el variador acelera el ventilador para mantener el flujo de aire constante. El control eléctrico es mucho más eficiente para mantener el flujo de aire deseado y minimizar la energía eléctrica consumida.

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Ajustar la frecuencia de la potencia es una manera efectiva de cambiar la velocidad del motor del ventilador ya que su relación es directamente proporcional. Por ejemplo, un VFD puede cambiar un motor que funciona a 3.600 RPM a 60 Hz para funcionar a 1.800 RPM a 30 Hz. El ventilador extrae sólo la cantidad de potencia necesaria para la velocidad específica del ventilador. Por ejemplo, un ventilador que funcione 25% más lento usaría 42% de la potencia que se requeriría para la velocidad completa. El mismo ventilador un 50% más lento usaría el 12% de la potencia a toda velocidad.

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En conclusión, un VFD permite a los usuarios ahorrar un promedio de 30% en sus costos de energía para operar el colector de polvo. Además, los costos de mantenimiento y operación se reducen porque los ajustes de velocidad del ventilador no requieren intervención humana.

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POR EJEMPLO.

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Usted tiene un colector de polvo con un motor de 50 HP funcionando al 85% de eficiencia, 460 voltios, frecuencia de 60 Hz, 57 amperios de carga completa y 1500 RPM. Si el VFD funciona 24/7, el colector utilizará 38,6 kW de potencia a plena carga. Si la tarifa de la electricidad es $.10 por kWh, costaría $33,776 por año para operar el colector. Al instalar el VFD (costo estimado de 11.000 dólares), el mismo colector de polvo costaría 17.012 dólares al año para operar, lo que ahorraría 16.763 dólares al año. El VFD pagaría por sí mismo en poco menos de 8 meses.